Hoy quiero empezar el día ensenándoos un precioso loft parisino de tan solo 60 m2, pero con unas características envidiables. La propietaria del piso tenía muy claro lo que quería, y derribó todos los muros para crear un espacio abierto y modulable lleno de luz y armonía.
El nuevo loft está compuesto por una gran habitación principal que es salón y cocina americana, una habitación, un pequeño despacho y un cuarto de baño. Estos espacios independientes de la gran sala principal se abren con puertas corredizas.
La mucha luz que entra por la ventana se ve acompañada por la decoración basada principalmente en el blanco, dejándonos un espacio que rebosa iluminación natural. Otra característica que destaca en este loft es el toque natural (incluso algo rústico) que se ha buscado en el ambiente. Como verás en las fotos hay mucho mobiliario de madera, accesorios de mimbre, tonos crudos, etc. Incluso el parquet es de madera de roble.
La cocina mantiene ese toque natural y sobrio de la casa, combinando perfectamente madera y metal. Un detalle a destacar es la isla de la cocina: aunque ésta es del Ikea, para darle ese toque natural que requiere el loft, la diseñadora encargó que el tablero de la isla se hiciera a partir de un tronco talado y trabajado.
El cuarto de baño también es maravilloso. Cada pequeño detalle crea un conjunto armonioso lleno de encanto. El lavabo y los grifos imitando los diseños antiguos, la ducha escondida tras la pared que alberga el lavabo, los cajones de mimbre, la bonita delimitación del suelo con parquet y baldosas, etc. ¡Me encanta esta estancia!
Para terminar os dejo más fotos de este increíble loft. Ya habéis visto que aunque dispongamos de pocos metros, se pueden crear grandes espacios con buenas ideas. Y de este artículo habéis podido coger un montón, ¿verdad?